¿Cuánto cuesta luchar por tus sueños?
Y si, como no.
Así es como vuelvo a escribir sobre los sueños y la romántica idea de volverlos realidad.
Cuando era chica, tenía la idea de que todo se iba a dar de una forma más mágica, pero lo cierto es que a medida que fui creciendo la idea de luchar por lo que quiero hacer empezó a costar más y más.
Hay días que me siento más motivada y otros días que no. Hay días que me veo feliz la mayoría del tiempo y otros en los que me siento muy triste y me paso un día entero en la cama si tengo la posibilidad de hacerlo.
Antes todo ese proceso, y en cierto punto también hoy, era más íntimo. Pero siempre han sido los más íntimos los que notan las fases que atravieso.
No me interesa caretear cómo me siento.
Lo que quiero decir con esto es que los momentos en el camino de 'hacer tus sueños realidad' no son lineales. Y me parece absolutamente necesario contar esa realidad.
A veces me siento frustrada porque no logro sentarme a componer aunque tenga muchas ideas y también entiendo que no puedo forzarme a ser creativa. En otros momentos no puedo dormir de lo inspirada que estoy, y no dejan de salir ideas. Luego, hay otras ideas que se mantienen abiertas por meses y me es necesario sentarme a cerrarlas para que no den vuelta en mi cabeza.
En medio de toda esta aventura creativa, en la vida , que evidentemente está atravesada de eventos sociales, políticos y económicos, enfrento varios escenarios que me ponen cada vez más difícil el camino de la producción efectiva de mis creaciones. Es decir, poder materializar todas esas ideas que están en mi cabeza en algo relativamente tangible para el planeta tierra.
Las cuestiones familiares, los estudios y el costo de vivir me bloquean la creatividad.
Y tengo una constante sensación de sobrevivir junto con una ansiedad que me nubla disfrutar el presente.
Luchar con todo eso y hacer arte es mi desafío.
Ojalá pudiera ser todo un poco más fácil y estable.
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